Hoy en la mañana, asistí a una bodega comercial al sur de la ciudad de México, la cual se caracteriza por contar con productos innovadores, en su mayoría son de marcas gringas pero hechas en China (irónico), donde tratar de avanzar entre tanta gente es muy complicado, eso de pasar sin pegarle a alguien o ser víctima de otro visitante es algo muy común.
Fue cuando al detenerme para esperar a mi familia que veían con gran interés algunas figurillas de índole religioso (con eso de que es noviembre y ya hay cosas navideñas), me puse a pensar que realmente es cierto, puedes estar en un lugar inmenso, con una invasión masiva de gente, y no encontrarte con un rostro conocido, aunque eso sí, si llegamos a encontrar a alguien, o son familiares, vecinos o simplemente gente indeseable...curioso, algo nos quiere decir Dios.
Hasta pronto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario