7 feb 2009

Lo complicado que es escribir (3a parte)



Sin duda, hoy en día, intentar escribir se vuelve algo sumamente complicado. No existen temas nuevos de los que hablar, el romanticismo está por los suelos, la originalidad en los títulos es algo de alarme (ej. Nuevas rutinas para aprender a no ser huevón), y un sin fin de obstáculos por mencionar pero que no me alcanza el tiempo para hacerlo.

En lo personal, hay días que puedo escribir desde una breve opinión, o puedo poner un post nuevo, o solamente puedo escribir mi nombre y echar choro. Se deben buscar nuevas musas para poder avanzar, pero la pregunta es: ¿quiénes?

La inspiración hoy se mal entiende de una forma algo preocupante, cualquiera se puede inspirar en forma inesperada, no es que sea malo, pero si hay que saber que una piedra en el zapato no es algo así que digamos "que bárbaro" y con eso sentarnos a escribir una novela, que a nuestro creer, va a terminar por ser un Best Seller...aunque debo admitir, hay gente que lo hace, y terminan publicando cada cosa, que da miedo atreverse a leer.

Hasta pronto

1 comentario:

J. M. Cuéllar dijo...

Ah, amigo Chávez. No desestimes el poder cómplice de las musas. No te creas que sólo viven en París o que se pasean en gabardinas negras por las nieves de Turquía. Ah, no. También las he encontrado huroneando por las calles. Entre la suciedad, los escombros... Hay literatura en el ir y venir de los delincuentes mexicanos y en la pantomima electoral. Hay, además, novelas ocultas en las vecindades, en el tráfico, en las aceras... No debemos adjudicarle el problema literario a las musas. Los responsables somos nosotros. Nos faltan buenos ojos y buenas plumas para hacer salir a las letras de sus escondrijos.