6 feb 2010

Rompecabezas de monotonía


Al parecer, mis gustos climáticos van como en una montaña rusa, en momentos encuentran un punto maravilloso pero terminan por descender. Siento los estragos de los dolores de cabeza producidos por los fuertes cambios. Empiezo realmente a aborrecer la ciudad. De ser posible, un lugar encantador para vivir sería sin duda Londres, Viena o Berlin. La musa no se presente en mi complicada vida desde hace dos meses...creo que la estoy perdiendo si no es que ya la perdí.

Mi intención era clara la semana que acaba de terminar, quería romper la monotonía de mi existencia. Una vez terminadas mis clases en la UNAM (griego), quize aceptar la invitación de unos compañeros a degustar los "mejores tamales de Tlalpan". Fuimos de manera rápida a dicho lugar, con Don Nepo (se llamará acaso Nepomuseno?). El lugar no presumía de la misma fama positiva de sus productos, dejaba mucho que desear, pero llegando el momento de probar aquellos tan prometidos deleites...debo decir que no fuí descepcionado.

Regresando, una extraña melancolía se apropió de mi ser y me hizo entrar a una vieja librería. Tan interesante la amplia colección de obras que fue al mismo tiempo tan lamentable encontrarme con apenas 50 pesos, los cuales fueron incapaces de satisfacer mis gustos literarios. Tendré que regresar, cosa que lamento tremendamente ya que está algo retirada de mi ruta. Más invitaciones a romper la monotonía.

Me adentré a un centro comercial muy conocido en Félix Cuevas, donde al parecer había un gran ánimo debido a la presencia de una celebridad de los medios de comunicación aquí en México. Le conocí, pero debo decir que mi ánimo no fue colega del que alardeaban los demás individuos en el lugar. Esa persona realmente no llena mi interés.

El intento fue un fracaso rotundo:

1) Comí, cosa que siempre se hago
2) Visité una librería, cosa que suelo hacer muy a menudo
3) Entré a un centro comercial...

Esto en verdad es un problema. Mejor me dejo de andar de justiciero de la monotonía y me pongo a perfeccionar la práctica diaria.

Hasta pronto.

No hay comentarios: