Bueno, es momento de regresar a las anécdotas de los grandes filósofos, en esta ocasión me gustaría compartirles una de Ludwig Wittgenstein (1889 - 1951). Debemos agradecer por cierto a Karl Popper por ayudarnos con esta información.
En 1946, Popper fue invitado a que diera una conferencia en la Sociedad de Ciencia Moral de la Universidad de Cambridge. Lo que no sabía es que a dicha conferencia asistieron Bertrand Russell y Wittgenstein. La conferencia iba bien, aunque en cierto momento, Ludwig interrumpió la ponencia de Popper, el cual prosiguió sin hacerle caso. Ya enfurecido, Wittgenstein tomó el atizador de la chimenea y de modo desafiante, cuestionó a Popper:
¡Dígame problemas auténticos filosóficos!
El conferencistas citó el problema de la probabilidad, de la inducción, el de la ética, el de la eternidad...etc.
Wittgenstein, fiel creyente de que la ética podía ser mostrada pero que resutaba imposible mediante un discurso racional, con el atizador en la mano y blandiéndolo cual si se tratara de una espada, volvió a amenazar a Popper y le instó a que le contestara:
¿La ética? Dígame pues un ejemplo de regla moral.
A lo cual, con un golpe de efecto, Karl Popper sentenció:
No amenazar al conferencista con un atizador por ejemplo.
Hasta pronto.
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