No cabe duda que me he alejado un poco del mundo, creo que de una manera me sirvió para poder refleccionar un poco. Aunque creo que solamente logré confundirme más de lo que ya estaba. Sin embargo pude aprovechar para pensar en unos amigos "especiales".
Estos amigos míos a los que me refiero como los "especiales" (no lo pongo entre comillas para sonar sarcástico ni mucho menos), son los que comparten el amor por el conocimiento. Lo mejor, gracias a Dios, es que somos tan iguales y al mismo tiempo tan distintos.
Admiro la forma de llevar la vida del buen Cuellar, lo digo en serio, pues él actúa muchas veces como si fuera indiferente, como si fuera ajeno a su propia vida, tratando de trascender en algo que muchos no logramos entenderle, pero es bueno eso, lo convierte en un individuo original, algo extraño, mamón en ocasiones, pero sincero al fin y acabo. Cuellar es simplemente él, no hay de otra forma. En verdad admiro tanta audacia para seguir adelante y le respeto. A él le debo las gratas ocasiones en donde pudimos compartir puntos de vista, donde nadie pudo contra el otro, pero significativas por que pudimos entablar una rara pero sincera amistad.
Ahora...Cano, simplemente es un ser en donde lo antiguo y lo moderno permiten que nasca una nueva identidad. Pensador que no aparenta serlo, no me refiero a que no lo sea sino que nadie creería lo que por su cabeza pasa todo el tiempo. Indiferente pero al mismo tiempo sujeto al mundo. Pareciera que en ocasiones está y en otras simplemente ya estuvo. Un carácter agudo y elocuente. Un buen amigo sin duda para quienes se toman la oportunidad de conocerle. A él le debo la ayuda que brindó en los tiempos de confusión, donde la filosofía por primera vez no actuó y caballerosamente dio paso al sentido humano propio de un poeta cautivo.
J.C.Padilla, popularmente conocido en área IV como el "blogspot". Realmente hay ocasiones en las que no entiendo tanta prudencia y paciencia que este individuo llega a tener en los momentos más tensos que suelen regalarse en la prisión de las mentes jóvenes e ilustres. Comentarista atrevido y osado, más ocultista que notorio, en momentos suelo pensar que hay cosas que se guarda que le cuestan trabajo expresar, por motivo de educación o simple modestia. A él le debo no haber cometido algunos errores producto de la desesperación.
Soní, el filósofo oculto en lo matemático. No solo por ser el mejor amigo que he tenido y lo digo con toda franquesa, no solo por que ha sido continuo en su amable trato e interesante colaboración literaria. Creo que su percepción puede hacernos caer una vez más en algo contemplativo, dedicando años, meses, días, horas, minutos y segundos a un mundo donde la literatura se interpone a todo. Creo que Nietzsche estaría contento con él, sin embargo creo que Soní a todo momento estaría en desacuerdo con Nietzsche. A él le debo simplemente la posibilidad de conocer la parte humana de la lealtad.
Hay muchos otros que influyeron en la formación experimental de este su humilde servidor, pero todo tiene su tiempo en donde Cronos ha nublado su vista.
Hasta pronto
1 comentario:
Gracias por las palabras, que espero nunca jamás se vuelvan mensajeras. Quiero que se queden. Por siempre.
No olvidaré, sin embargo, que huiste de mí en determinado momento y te cambiaste a una de las bancas delanteras.
Pese a todo, tienes razón. Soy raro, indeferente, cruel. Soy raro, pero muy sincero. Y si te digo ahora que soy tu amigo, tu gran amigo, no lo debes dudar. Ni cuando las bromas se vuelvan insultos ni cuando las universidades nos dividan.
Me he puesto el macabro reto de alguna ves mostrarte lógicamente la inexistencia de dios. No sé cuándo lo consiga, pero lo lograré.
Respecto a Cano... También tienes razón.Su look retro le sienta de maravilla. Uno de los pocos cobardes, como nosotros, que le rehuirán a la vida para refugiarse en la filosofía. ¡Maldiciones para los tres!
Padilla. ¿Qué decir? Mi asesor, mi profesor. Mi blog no existiría si no hubiera sido por él.
Soní. Ah, bueno. Sí. En definitiva es un sujeto distinto. No sé si en un sentido positivo, pero lo es.
Por último, Chávez: creo que eres de las pocas personas que no me han defraudado en la vida. Siempre supiste dar lo que se esperaba de ti. A veces fue mucho humor, a veces una de esas pláticas profundas que me conmueven. Jamás dejes de creer en Dios: no querrás sentir la angustia del ateísmo, creeme. Jamás dejes de ser distinto a tu manera. ¡Conde de Da Silva!
El título te lo has ganado.
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