3 jul 2009

Niyaz Ayan y un fin de semana


Pues por el momento doy punto final a esta semana...la más trivial hasta el momento.
Sin embargo, hace tiempo en una hermosa platica con un amigo mío, mantuve un pleito (intento de) sobre qué día es peor, si el viernes por que acaba la semana o el domingo por que empieza...concluimos que realmente el peor día es el miércoles por que es la mitad del inicio y la mitad del fin. De hecho sigo pensando que fue una perdida de tiempo esta plática.

Ahora bien, entonando mi santuario de meditación (en palabras claras mi habitación) con la danza turca del Niyaz Ayan, la cual junto con la música turca recomiendo para pasarla agradablemente en tiempos de lluvia y en los que se necesita pensar, me dispongo a redactar lo que un fin de semana como el que se avecina trae para una persona fácil de asombrar como yo.

Al parecer el día de mañana(sábado)tendré en la mañana una Primera Comunión de una vecinita...lo mejor de todo es que no iré. No voy por que no me interese (que siendo franco así es, no me importa en lo más mínimo convivir con mocosos prepubertos que ni siquiera entienden bien el milagro de la Eucaristía), sino por que hay unos alumnos míos en Arenales que me necesitan para "ser mejores" personas. A qué buen árbol se arriman. El problema en cuanto a ir a dar clase, es que no sé de qué hablar. Creo que tendré que recurrir al mejor amigo de un profesor sin tema...una película.

Después de tan bella actividad, creo que iré a ver a un amigo que se presenta en una obra de teatro, al parecer no me cobrarán, lo cual encuentro excelente ya que al ser una persona que busca refugiarse en la filosofía, soy como lo dice la creencia popular exagerada por supuesto...pobre. Lo bueno es que todavía cuento con unos $100 pesos que logré obtener tras una apuesta. Debería agradecer al retardado mental que ocasionó mi victoria, pero ni tengo tiempo y si lo tuviera me daría flojera hacerlo.

En la noche tendré que asistir a una misa, ya que hace tiempo no voy en sábado, de hecho ni voy por qué los que me leen ya sabrán que estoy enemistado con la gente hipócrita que va a la Iglesia hoy en día, y pues tanta gente así la verdad no me dejarían tomar la atención debida a Dios. Lo amo sobre todas las cosas...pero no necesito distracciones que puedo encontrar con tan solo prender la tele o asistir a un lugar de reunión de gente actual.

El domingo podré gustar de los deliciosos pastes de Pachuca, siendo más específico, de los que venden en Real del Monte. Espero poder encontrar una chamarra apropiada y digna de invierno, ya que creo que Israel me tiene algo preparado (y si tengo suerte no es que el MUSAD me esté buscando). Si gozo de buen tiempo y excelente coordinación, visitaré a unos amigos que viven en esa zona, con la intención de ver si es cierto que han hecho algo productivo de su vida desde que se alejaron de mi "mala influencia". Soy en verdad tan malo cómo dicen? o simplemente soy víctima de una crítica sin piedad?

Si regreso bien a mi casa, en la noche pienso empezar a releer a Schopenhauer, y quitarme la fría idea de que este filósofo tenía ideas suicidas con eso de "para poder ser felices, debemos quitarnos el deseo de querer vivir". Estoy seguro que esa primera idea que tuve está mal, solo que no me sorprende de haberla tenido cuando leí su obra en un estado deplorable de salud. Tal vez el suicida soy yo y lo justifico con ese pobre hombre. Eso de pobre quedará al descubierto su veracidad cuando termine.

Hasta pronto.

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