5 jul 2009

Te quiero (recordando a Mario Benedetti)


El mundo ha tenido que decir un amargo y sólido adiós a uno de sus más grandes poetas, hijo de un siglo de nuevas letras, el siempre inmortal en el sentir de la mujer, el recordatorio a la vida poética. Mi estimado Mario...nos diste poemas y pedimos a ellos que nos ayuden a recordarte.

Estimados lectores, he aquí una muestra de lo grande y lo humilde.

Hasta pronto.

Te quiero

Tus manos son mi caricia,
mis acordes cotidianos;
te quiero porque tus manos
trabajan por la justicia.

Si te quiero es porque sos
mi amor, mi cómplice, y todo.
Y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.

Tus ojos son mi conjuro
contra la mala jornada;
te quiero por tu mirada
que mira y siembra futuro.

Tu boca que es tuya y mía,
Tu boca no se equivoca;
te quiero por que tu boca
sabe gritar rebeldía.

Si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo.
Y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.

Y por tu rostro sincero.
Y tu paso vagabundo.
Y tu llanto por el mundo.
Porque sos pueblo te quiero.

Y porque amor no es aurora,
ni cándida moraleja,
y porque somos pareja
que sabe que no está sola.

Te quiero en mi paraíso;
es decir, que en mi país
la gente vive feliz
aunque no tenga permiso.

Si te quiero es por que sos
mi amor, mi cómplice y todo.
Y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.

1 comentario:

J. M. Cuéllar dijo...

Muy cadencioso el poemilla. Lo tuve que memorizar en tercero de primaria: es de las pocas cosas que no se me han olvidado desde entonces: precisamente por eso: por rítmico...

No es por instigar contra los muertos, pero Benedetti no es de mi agrado. Le gustaba escribir para el pueblo (lo cual no es malo), pero en su misión, a veces, las letras quedaban atropelladas. Yo no lo pongo en la lista de los grandes. Lo suyo no era literatura de altos vuelos, pero aun así hay que reconocer su talento para granjearse la confianza de los lectores y para extender la poesía a un niño de tercero de primaria.

¡Extraño los libros! Aquí todos están en eslovenio. ¡No entiendo nada! Jajaja.

Saludos.