Pues así es, como ustedes, oh queridos lectores aventurosos, han de saber, hoy día 5 de mayo se celebra en México la famosa Batalla de Puebla. Para los que no sean mexicanos y para los mexicanos que comunmente no saben nada de su propia historia, les resumo que los franceses fueron vencidos por los mexicanos bajo las ordenes del General Ignacio Zaragoza. Ya...así de fácil. Si quieren saber más, les recomiendo ampliamente que se pongan a leer!!!
Ahora bien, pasemos a algo más importante (al menos para mi así lo es). Un día como hoy en 1813 nació en la ciudad de Copenhague, mi gran maestro, el gran filósofo danés Søren Aabye Kierkegaard. Muchos de mis lectores atrevidos y honestos, han leído en entradas pasadas sobre mi profundo respeto y total admiración por el padre del existencialismo.
Aprovechando que hoy vendría siendo su cumpleaños, quisiera dejarles una anécdota muy interesante. Espero les guste.
Además de ser el precursor del existencialismo por su reinvindicación de carácter irreductible de la existencia individual, Kierkegaard también se interesó por el análisis del humor y la ironía. En el humor encontraba cierta simpatía con la fragilidad, el dolor y el absurdo presentes en la existencia humana. Ese absurdo que nos acompañará hasta el último momento. En Diapsálmata escribió:
"Sucedió una vez en un teatro que se prendió fuego entre bestidores. El payaso acudió para avisar al público lo que ocurría. Creyeron que se trataba de un chiste y aplaudieron; aquél lo repitió y ellos rieron aún con más fuerza. De igual modo pienso que el mundo se acabará con la carcajada general de amenos guasones creyendo que se trata de un vil chiste."
Hasta pronto.
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