10 nov 2009

María Antonieta (Un breve homenaje)


Muy pocos, en la actualidad, pueden llegar a sentir algo de nostalgia por el cruel deselance de la vida de esta bella mujer, de esta mujer de noble linaje de la casa de los Habsburgo (la familia católica más distinguida de todas con solar en Austria), de la mujer martirizada por la Revolución Francesa.

Refiriéndome a mi persona, cuando observo un cuadro de esta mujer, no niego que un sentimiento de tristeza recorre mi ser, con algo de impotencia de no poder hacer nada al respecto. La Archiduquesa de Austria, Princesa de Hungría y Reina consorte de Francia tras su matrimonio con Luis XVI, hija del Sacro Emperador Romano Germánico Federico I de Toscana y de María Teresa I Archiduquesa de Austria, Reina de Hungría y Reina de Bohemia, representa a lo que los dirigentes de la Revolución Francesa podrían considerar...enemiga del pueblo de Francia. Cuando en verdad la inocencia en ella era lo que más resaltaba.

Vamos a recapitular algunas cosillas importantes. De todos es sabido que la Casa de Borbón y la Casa de Habsburgo habían encabezado cruentas batallas (sanguinarias sin duda) por obtener el control de Europa (Continental), lo que había generado siglos de guerras sin paz alguna. Fue hasta que por la bendita razón, algunos llegaron a la sana idea de poner fin a estas fatídicas confrontaciones, permitiendo la unión de sangre entre ellos. Esto se dio claramente con el matrimonio del nieto mayor de Luis XV, rey de Francia, el ingenuo Luis XVI y la infanta austriaca Doña María Antonieta.

Sin embargo, esta consolidación no vendría a dar los frutos esperados debido a la brecha encendida en el pueblo de Francia, con ideales motivados por los Derechos del Hombre y del Ciudadano. De hecho, muchos funcionarios de alto nivel en Francia veían con desprecio la llegada de una católica conservadora como María Antonieta a ocupar el trono de una Francia cada vez más liberal y decadente en cuestión cultural y religiosa, motivo por el cual buscaban siempre ridiculizarla y ponerla como un "demonio injusto y cruel" que se mofaba del los ciudadanos y de sus sagrados derechos. Esto por supuesto empeoró con los gastos que ella, desgraciadamente, llevaba siempre en su contra.

La Revolución por fin estalló, provocando la caída del régimen monárquico-constitucionalista, llevando las ideas de gente como Rousseau y Montesquieu a cabo de la manera más cruenta posible. Claro está que una vez hubo triunfado el movimiento armado, vendría a desencadenarse una serie de ejecuciones(conocido como los años del terror francés), donde cientos fueron condenados, unos más culpables que otros, bajo las tiránicas ordenes de Robespierre. Una de esas víctimas fue esta pobre mujer. De hecho, de todas las ejecuciones bajo la afilada cuchilla de la guillotina, la más humillante fue la de María Antonieta, quien fue tratada o bien como una criminal culpable de un terrible acto (cosa que no fue así) o como una esclava (ya que le habían puesto cadenas cual si fuera un siervo) o como una bestia (hablando de la forma en que fue ofendida y tratada por los parisienses).

Su forma de actuar, hasta el último momento, fue digna y firme, con la excelsa fe católica bien puesta en las manos de Dios misericordioso y con un fuerte sentimiento de amor y entrega hacia su familia (la cual no recibió todas las cartas escritas por ella horas antes de ser ejectutada).

Por este medio, de forma humilde, pido a mis lectores, que recapaciten un poco en cuanto a la posición de esta desafortundada mujer y cómo es que los ideales que hoy tratan de ponerse como cabeza del actuar del hombre, fueron los verdugos de gente inocente y cómo fueron los que permitieron que sujetos cobardes y estúpidos tomaran el control a través de la sangre y sufrimiento de otros.

Hasta pronto.

1 comentario:

Edgar Rello dijo...

AH, la nostalgia histórica. De vez en cuando necesaria para entender el presente.
Más cuando la historia hoy es muy discutida por muchos.