Acabo de pasar una terrible desilución al entrar en el blog de un conocido y encontrarme con una severa crítica a el supuesto movimiento popular denominado izquierda mexicana. En verdad es un lamentable suceso.
Un error garrafal de los muralistas mexicanos, fue confundir al pueblo (oprimido por excelencia en todas las épocas) con los indígenas. Cuando visité el Palacio Nacional, tuve que ver obligatoriamente el mural de Diego Rivera (el importante). Me pareció en exceso cómico tratar de creer que el pueblo (confundido con los indígenas) leían con pasión los textos de Karl Marx. Seamos sinceros, la sociedad mexicana pretende decir que con leer cosas como Harry Potter o esa cadena frustrante de Crepúsculo, es tener un amplio gusto literario, cuando se ignoran de forma déspota a los grandes clásicos que dieron forma y sentido a la cultura occidental e incluso oriental durante tantos años.
La izquierda mexicana es un error más de entendimiento y desarrollo. Aquí pretendemos que una marcha populista (llamando la atención en cuanto a los del SME), se puede llegar a considerar un "movimiento socialista de revolución". Es simplemente patético. Gente enferma de poder, estúpida que no goza de conocimientos reales en el tema, siendo lideres sindicales (no comunistas), son aquellos que causan tanto estrago en la población. Un movimiento real socialista, sería aquél en el que al llevar acabo sus ideas, no perjudican en lo más mínimo al pueblo, pero aquí...no señor, aquí hay que joder al pueblo mismo.
Lideres sindicales...pobres imbéciles. Gente corrupta que se jacta de promover los derechos del pueblo, que cuando tienen lo que querían...curiosamente se olvidan de su gente, y con promesas repetitivas y absurdas, logran mantener cual perros domesticados a sus hordas de ingenuos. Es simplemente absurdo creer que esa gente se preocupa realmente por el pueblo. Un comunista no existe realmente, de hecho el mismo comunismo es una idea abusivamente utópica.
En cuanto al creador intelectual, el famoso Marx, es ofensivo de hecho creer que un judío recentido con la sociedad germana del siglo XIX, intente dar muestra de unión y solidaridad al pueblo, cuando es de todos sabido, que judío ayuda a judío. Más bien sería hacerle quedar como uno más de la larga lista de personas que obtaron por quedar bien, usando palabras bonitas recargadas en sentimientos opuestos.
Por lo tanto, llamese izquierda mexicana o no...es una burda estupidez.
La izquierda mexicana es la parte "apoyada" de la ya de por si denigrante corrupción pública y gubernamental. Un fiasco, una comedia...una telenovela más.
Hasta pronto.
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