Pensando un poco respecto al futuro, realmente me gustaría hacer el viaje que he planeado con lujo de detalle, uno donde el destino sea hasta donde me lleven mis pies, cargado con una maleta de ropa oportuna y variante, con un ideal de conquistar aquella tierra donde se oculta el sol por la tarde. Creo que sería prudente llevar un bloqueador solar.
Tantas historias que he escuchado de mis abuelos, sobre los mares y océanos del mundo, son en verdad tan fantásticas que me he llegado a sentir que voy junto a Vasco da Gamma en una épica aventura, junto con Nelson derrotando a los franceses en Gibraltar, incluso llego a perderme en una mundo maravilloso tal como lo hiciera Gulliver. Más nunca hay un lugar que llene al 100% la necesidad de sentirse lejano.
Bien podría ser en la misteriosa Asia, con vientos de ilusión y sueños que permitan entrar con cordura y razón o podría ser en Oceanía, donde un sin fin de islas a diario me inviten a descubrirlas, tal vez podría ser la bella África, lugar de insólito deseo y pasiones por ser uno con el tiempo y regresar a lo que alguna vez fue el principio. Ya que si la presunción se eleva, creo que también Europa podría darme más de lo que me hubiera atrevido a pedir, pues me sentiría como en casa al recordar los escenarios de cada batalla, de cada nacimiento imperial, de casa inspiración del arte. Dios bendiga a estos continentes!!!
Pero dejo un espacio y continuo, pues creo que América merece un fiel reconocimiento, desde el sueño americano de una nueva vida hasta las revoluciones inspiradas por ideales de libertad e igualdad. Creo que podría cruzar con Washington el Dellaware para enfrentar a los británicos, incluso creo podría ayudar a planear un México mejor con Don Porfirio Díaz, sin duda podría escribir poemas y versos de amor por la tierra con la supervisión de Neruda e incluso creo que podría ponerme a las ordenes de Pedro I para erigir una nueva y poderosa nación brasileña.
Yo quisiera estar en cualquier lado y buscar lo que tanto me llama...sin saber lo que realmente es, más la inspiración y la promesa de partida se vuelven un fuerte peso en contra de mi pecho, que si no lo quito cuanto antes...moriré con un sueño por delante.
Hasta pronto.
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