Cuántas veces no hemos creído en la libertad máxima, aquella que nos da la paz que tanto buscamos a diario, una libertad que no conosca ni espacio ni tiempo, podría sonar como a la muerte misma, pero nuestra libertad soñada es solamente eso...un sueño.
La libertad nunca, absolutamente nunca la llegaremos a experimentar en vida como tanto quisiéramos, pues siempre por algo estamos limitados, de hecho también por alguien resultamos siempre detenidos en nuestro iluso afán de liberarnos de las cadenas del cuerpo y del alma.
Más la libertad no es exactamente algo tan necesario, al menos no lo es aquella ilusión utópica, pues realmente somos gente que hacemos lo que queremos siempre, aun si nos cuesta la vida misma, ya que nosotros conocemos un breve sinónimo de la libertad en la palabra rebeldía, y no hay sujeto que no se haya permitido ser rebelde en algún tiempo.
Sin embargo de nada sirve que podamos hacer lo que queramos si esas acciones y pensamientos van enfocados hacia un mal o peor aun...hacia un bien de conveniencia.
Pensemos juntos esto de la libertad y si alguien tiene una idea que quiera compartir, mi humilde blog se pone a su servicio para ello.
Hasta pronto
1 comentario:
Mi estimado, recuerda que el problema que resultaría de tener paz máxima es el descontrol ya que no se respetaría la famosa analogía de "la libertad de una persona termina cuando comienza la libertad de otra", esa libertad era posible, por desgracia como sociedad nos hemos empeñado en borrar muchas veces a Dios, quien podría ser la única forma de que esa libertad fuera posible, siempre con el respeto por delante.
Excelente semana.
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