Debo de aclarar antes que nada, que la furia, el dolor y la pereza de la que fui víctima este día es simplemente algo que me temía desde el día de ayer por la noche.
Creo que aunque fue algo trascendental para mi ya que acabé durante el tiempo aburrido de las exposiciones de hoy, mi futura aportación al mundo de la filosofía, nefastamente lo único que realmente me importó es que perdí un tiempo considerablemente valioso en algo que no me arrebato ni un segundo la atención.
Los jóvenes buscan santificarse hablando mal de lo que tanto aman, la verdad nadie cree eso, al menos yo no les creo ni una palabra y mucho menos los articulados gestos dramáticos de los que hacen alarde cuando pretenden fingir que entienden lo mal que hacen, y que con rebuscadas frases sacadas de un librillo cualquiera de Vip's se muestran en un escenario. La verdad es que qué valor de salir en público con cosas de ese calibre.
Dios...creo que hoy si me fallaste al no mandarme una señal para impedir esa terrible conferencia.
Hasta pronto.
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