17 may 2009

Las palabras que faltan


Cuántas veces nos hemos visto atrapados por la duda y el ferviente cuestionamiento de no saber qué decir en algún momento? En mi caso puedo decir que han sido muchas, incluso cuando escribo, me quedo pensando qué palabra podría adaptarse mejor a mi pretensión de compartir lo que sé. Sin embargo la lengua se vuelve en verdad obsoleta cuando ya hemos hecho uso de un número significativo de fragmentos del idioma.

Desde un pequeño de inmadura edad hasta un ilustre escritor, todos somos víctimas de lo mismo, tal vez no siempre pero doy por hecho que de vez en cuando sí. Tal vez esto comprueba que las circunstancias realmente nos afectan. Y para los ilustres ignorantes que tratan de justificar su débil conocimiento de la lengua castellana o de cualquier otro idioma con lo que acabo de decir...tranquilos...esto no aplica con ustedes, es que la verdad son ignorantes es todo.

No hay pretexto que valga para justificar el no saber hablar y mucho menos el no saber escribir, por que las palabras hasta nos ayudan a confabular miles y miles más de ellas, pero si caemos en un barbarismo que llegamos a conocer como "alteraciones de la lengua", no es de sorprenderse tanto error en la expresión y pobre intento fallido de diálogo.

No soy cruel, simplemente voy directo a lo que no me gusta de la sociedad.

Hasta pronto.

1 comentario:

Leonardo G.O. dijo...

¡Jo, jo!; en verdad resulta refrescante leerlo. Sin embargo,creo que todos nos encontramos llenos de una ignorancia que, si bien le hemos dado gradaciones, resulta, al final del día, siempre en una ignorancia grande: ¡muy grande!

El hecho de que una persona no "sepa" qué decir, ya cuando escribe, ya cuando habla; no se debe, en muchas ocasiones, al lenguaje: cuando una persona sabe lo que va a decir, el lenguaje fluye. Quiérase, incluso, que el lenguaje usado por tal persona resulte decepcionante; eso,amigo mío, resulta otro problema distinto.