He pasado el día más aburrido que he tenido en las últimas semanas. Realmente esto de no tener nada mejor que hacer es agobiante, ya ni se puede hacer visita cultural en este magnífico país, por el temor a caer en una huelga de gente estúpida, caer en un embotellamiento, ser baleado tomando un café por culpa de un sujeto involucrado en cosas sucias...es lamentablemente horrbile.
Sin embargo, aprovechando la ausencia de actividad y de inspiración para escribir, pasé un agradeble momento platicando con un amigo que vive en Colombia. Claro que usé el famoso skype, ya que hablar al país hermano me hubiera salido un ojo de la cara. Por cierto, debo decir que este amigo, Vicente, es un idólatra de las matemáticas, cosa que como han de saber, no venero en lo más mínimo.
Platicando con él, descubrí un nuevo significado a la palabra "problema", es decir, esa palabra que va siempre acompañado por "matemático". El significado viene variando dependiendo de cómo se le vea, y es que cuando se habla de un problema en números, para los humanistas como este su seguro servidor, resulta un poco doloroso y enfermizo. Pero Vicente quizó continuar con ello diciendo:
"Las matemáticas son el mal necesario por el cual muchos viven y ganan plata"
Me reí por un momento (sabiendo que estoy carente de chamba). Platicamos increíblemente 3 horas continuas sin ninguna interrupción. La verdad fue grato, ya que es un amigo que muy dificilmente se encuentra hoy en día, ya que lo que él hace es digno de admirar. Vicente, es un sacerdote misionero jesuita, tiene unos 32 años, 4 de ellos al servicio de una comunidad cerca de Cartagena de Indias. Matemático por profesión, religioso por vocación, aunque la verdad me debato entre si ama más a Dios de lo que ama a sus números.
Espero poder contarles más de él en un futuro no muy lejano. Pero por el momento debo continuar con el desorden de ideas en mi habitación.
Hasta pronto.
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