14 dic 2009

Cicerón y su contestación arremetida


Saben, estimados lectores del apasionante universo letrado, que el hecho de contestar siempre una ofensa haciendo alusión a la madre del ofensor no es nada más de gente sin educación? Por supuesto que no, de hecho muchos grandes pensadores años para atrás lo han dejado en claro.

En esta ocasión me gustaría contarles una breve anécdota del querido Cicerón. Espero les agrade un poco más que lo que les puede llegar a disgustar.

Una vez estando apacible en una plaza, Cicerón se topó con un gandalla conocido como Metelo Nepote, un aristócrata de aquella época (realmente ese era su nombre...difícil de creer?). Tal como era de esperarse, este individuo se acercó al filósofo con cierto repudio, tratando de humillarle por su humilde origen de plebeyo:

"Pero tú, ¿quién te crees que eres? ¿quién era tu padre?"

A lo que de una forma un poco hostil, el buen Cicerón respondió:

"Por culpa de tu madre, esa pregunta es una que brinda cierto nivel de complicación para poder ser contestada."


No espero que la gente entienda, pero aun así suena mal eso de aludir a las santas madres de otros, claro sabiendo que aunque se recurra a tan bajo acto, la gente no entenderá y seguirán discutiendo.

Hasta pronto.

No hay comentarios: