30 sept 2010

Ocultando rostros


Una vez más es momento de poner una crítica a la sociedad, y si, tengo todo el derecho de hacerla porque yo gracias a Dios no cometo nunca el error garrafal que estoy por contar.

1.- Hoy en día, esa extraña sensibilidad que nace de las personas, lejos de provocar compasión, provoca asco y repudio, vergüenza y lástima. Las personas son más animales hoy que ayer, son de las que te dan la mano y se divierten jugando, de las que vienen a uno buscando compañía, de esas que pueden hacer y decir lo que quieran...pero...MISERABLES VÍBORAS!!! Que no llegue el momento en que uno se harta de soportarlas y les conteste, porque sacan una sensibilidad tan patética y se hacen las víctimas.

2.- De santos a diablos, la diferencia me cuesta encontrar. Palabras tiernas y llenas de sentimiento se vuelven repudio y miserias sin que cueste un poco hacerlo. Esas personas que hablan de forma bondadosa y que terminan refutando como un toro en embestida...son falsas. Entiéndase en este punto sobre el abuso del lenguaje para atraer y para despreciar.

3.- Las personas se jactan de amar la verdad...más nunca de soportarla. Uno no puede entender cómo es que se sienten heridas cuando se les dice la verdad. Cuando se les miente, son felices hasta que descubren la realidad y se enojan y hacen comentarios poco afortunados, iguales o peores que la ruin mentira previa. Pero, entramos en el dilema, si odian sus verdades y que se les mienta, entonces qué demonios quieren?

Tres puntos únicamente, ya que seguir con esto, terminaría atacando errores que en un pasado tuve, que podría llegar a tener (culpa de la mala influencia social) y muchos que les queda el saco, profanarán los recintos del saber para tratar de justificar su mediocre comportamiento egoista y lastimero.

Hasta pronto.

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