12 oct 2009

Tertulia, carne asada, goles y poesía


Ahora que el tiempo climático está en contra de todos los que laboramos por la calle, me he tenido que quedar en casa, soportando el sentimiento cruzado que existe hoy en día. No sé qué escribir en mi novela, de hecho ya no he escrito desde que carezco de musa, pero por más que intento poner una que otra palabra atinada...decepciono a mi propia querencia.

El Sábado todo comenzó de forma maravillosa, llegando desde muy temprano a Arenales para hacer la labor clásica de este día. Una tertulia sobre los Templarios mantuvo a mis alumnos (más distraidos que concentrados) interesados...será por que les llevé una espada de la época medieval? o acaso será que empiezan a tener el excelente gusto de mirar atrás con nostalgia el pasado?...siendo franco no lo sé. Después tuvimos nuestra meditación sabatina con el P. Carlos, al parecer estos chavales empiezan a comprender lo que el Evangelio puede llegar a significar en nuestras vidas.

Después de ello, el lunch comenzó, como siempre hubo un ambiente relajado y alegre, todos compartiendo, sino comida al menos compartían chistes y comentarios oportunos. Admiro la pasión entregada de ellos en cuanto a cosas que creen son chistosas pero que realmente son estúpidas...pero por así decirlo los tolero. Recibí poco tiempo después, la notificación por parte del Dr. Zagal de que no nos podría acompañar al evento de la tarde, lamentable fue en verdad ya que hubiéramos tenido una excelente conversasión entre todos los que estábamos ahí. Espero se la haya pasado bien donde quiera que estuviera.

Mis pequeños pupilos de periodismo y yo proseguimos a realizar una labor de entrevista a unos individuos del parque de la bombilla, famoso por el monumento a Obregón. Inquietos como todo ser que busca el saber, me pidieron poder entrar al monumento, donde fueron obvias las preguntas que tenían sobre este susodicho héroe, por lo tanto tuve que retroceder mentalmente a las clases del buen Mendez Torres para aclararles las ideas tristemente tomadas de los libros de historia oficial. Creo que han llegado a comprender que un escritor en ocasiones escribe por escribir, y que los historiadores dependientes del gobierno mexicano no son la excepción.

Después de realizar las entrevistas apropiadas, convencido por un humanismo sospechoso, les invité unos raspados, de hecho descubrimos que podemos llegar a ser muy sociales con la gente amable que hoy por hoy se encuentra perdida en la sociedad vulgar y corriente. Nos admiramos por la falta de educación de la gente al no poder tirar la basura en el bote estando a unos cuantos centímetros de ahí. Regresamos muy motivados a la casa.

Antes de proseguir a lo correspondiente del día, mi buen amigo Jorge Quesada (así es con "s") me invitó a comer a su casa. Reímos y aclaramos varios puntos sobre Kierkegaard...es sensacional encontrarse con gente dispuesta a ello. Me nombró a algunos filósofos modernos, de los cuales por desgracia, olvidé sus nombres. Regresamos a Arenales para preparar tanto la meditación de grandes como los círculos habituales. Una carne asada esperaba a que todo concluyera para poder darnos su placer, de hecho, gracias al patriotismo y pasión por la selección mexicana del P. Carlos, pudimos ver el partido, comer y después sentarnos a la meditación. Un buen partido, ya consiguieron lo que todo México quería...y ahora a seguir esperando por más.

Más tarde, todos compartimos de algo...mi poesía jejeje. Mis buenos amigos de Arenales sucumbieron a la tentación de leer y declamar, haciendo de la noche una auténtica velada poética. Al menos puedo alardear de forma justa que fueron de su agrado mis humildes versos.

El Domingo...otro día fue.

Hasta pronto.

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