Pues hoy es mi deber compartir algo que, sinceramente con toda la emoción que mi alma puede soportar...tuve el honor de sentir. Y es que cuando alguien dice algo así, a uno lo desarma y le invita a querer dar gracias a Dios!
Hoy asistí con un amigo mío, el cual me ha demostrado que la esperanza en la idea de amistad la puedo seguir teniendo. Como muchos de mis lectores lo saben, al igual que muchos en este mundo, he pasado por muchas decepciones de ese tipo, pero de cierto modo sigo caminando por el sendero en busca de la verdadera amistad. Este amigo nuevo (lo considero amigo porque su existencia me motiva a considerarle así), hoy compartió conmigo lo que a él le hace feliz. Me expresó tantas cosas que me hicieron pensar, algunas de ellas me motivaron a escribir algunos ensayos de temas específicos. Pero hoy...de todo lo que me dijo...hay algo que me hizo sentir muy bien, la felicidad me invadió y respiré con mucha paz.
Por respeto a su identidad, no daré el nombre, pero este muchacho es alguien que desea creer...ha pasado por cosas, me imagino que le han apartado del camino de Dios, pero quiere regresar. Creo que él es un católico que nos hace falta hoy en día.
Lo que él me dijo, en cuanto a qué pasaría si pudiese llegar a Cristo fue lo siguiente:
"Si logró acercarme a Dios, creo que mi conversión será el punto máximo de mi vida, ya que poder comparar la vida en fe, con amor y entrega, con mi vida de agnóstico, las experiencias ganadas serán mil veces mayores de lo que podría hacer en este estado en el que me encuentro"
Hace años, en verdad años que no me topo con un creyente que diga algo tan profundo como ello. Dios por algo me lo ha puesto en mi camino...sea pues...asumiré esta oportunidad como algo que me ayude para encontrar la vocación, pero primeramente...a ayudarle a caminar de nueva cuenta.
Les dejo eso que me dijo para que lo mediten.
Hasta pronto.
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