28 jun 2010

Semanario de aventura


Hace unos días, México sucumbía ante el sueño del famoso quinto partido, ahora bien nuestros queridos amigos argentinos terminaron por hacer de ese sueño una frustración. México queda eliminado de la copa y ahora todos se van del lado de Alemania, el famoso vengador del TRI. Yo me mantengo en la creencia de que Holanda será el campeón en esta ocasión.

Pues ya terminado el oporuno comentario sobre el mundial, vamos a escribir un poco.

Esta semana es un verdad un reto, es toda una aventura del pensamiento, donde toda prueba debe ser superada con éxito total. El día de hoy (lunes) quedé de asistir a la presentación de "Los blancos laureles", una dramatización llevada a cabo por mis veteranos colegas de la casa de teatro. Es hasta la noche así que me dispondré a comentar la obra de mi muy querido amigo José Ramón Ayllón. Probablemente me topé con Lucía y con Daniel, ellos a mi muy profundo creer, son la esperanza del teatro en México, ya que no actuán sino que viven lo que hacen. Hace poco leí, no recuerdo bien dónde, que el que desea ser actor es aquél que desde la infancia sabe que su vida será una actuación ante un público en el anonimato. Ellos cumplen con ello y me emociona saber que son amigos míos. También me enteré que mi estimado amigo José Manuel Cuellar ha sacado su nueva obra literaria "El club de las medias rotas", el cual espero leer con ansia. Este chaval es un gran amigo, un gran filósofo y sobre todas las cosas...pretende escribir. Eso lo admiro, ya que por eso nos entendemos mejor que nadie.

El martes probablemente me dedique a dar los últimos toques a "Querencias". No lo he tomado mucho en cuenta en los últimos meses debido a mi aventura en los libros "Los Saberes Existenciales" y "El plus ultra del ser". La filosofía impera en la intención del escritor y más en la de un noble poeta. Hay prioridad en esto y se entiende.

El miércoles será un día desafiante al intelecto sin lugar a dudas, debido a que estaré repasando saberes matemáticos de antaño. Me dedicaré a ello todo el día.

Jueves...el día D para este escritor. Ya después les daré detalles de eso. En la tarde seré parte de un Maratón de Disney, en la compañia de mi gran amigo Manuel. La intención es recordar nuestra infancia de la mejor manera posible. Se puede decir que la nostalgia nos hará olvidar uno que otro malestar actual. El peor error de un hombre es creerse lo bastante adulto como para olvidar cuándo reía por simplemente ver una película de caricaturas. Siempre debe existir en nosotros el famoso "niño interior".

Viernes, el día en que buscaré recuperar a un alguien en un algo. No tengo explicación para este punto más lo que yo entiendo y lo que los lectores podrán o no creer.

Hasta pronto.

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