27 abr 2009

La clausura no pudo mantenerse...horas críticas


Ya llevo 16 horas en mi casa, y me siento como un cuadro de Miro, triste, lamentable y decadente. La comparación con el arte es meramente coincidencia, pues estoy en un abismo donde la cordura aparenta ser una cuerda de salvación y la locura extrema una respuesta a una petición de libertad pronta.

La mente divaga en lo que viene siendo un cuarto, donde las paredes parecen que se cierran y terminan sofocando el poco aire que por la venta se atreve a fisgonear en las tinieblas de un ambiente misterioso.

Las ideas van y vienen, pero simplemente no las logro atrapar, ni con la red imaginaria y mucho menos con mis marchitadas manos. Dios!! creo que en verdad el surealismo está dominando mi vida. Que divertido!!!

Más esta vez no sonrió como persona decente, sino como un auténtico psicópata, creo que es buen momento para acudir a Víctor Hugo y entretenerme con su novela homónima "L´homme qui rit". Aunque deberé acudir al inglés para leer una novela francesa...ironía o simple chiste malo?

Hasta pronto.

2 comentarios:

Emily Hern dijo...

-...pues estoy en un abismo donde la cordura aparenta ser una cuerda de salvación y la locura extrema una respuesta a una petición de libertad pronta.-

Yo creo que la cordura es un simple castigo de nuestra imperfeccion, que la locura es en verdad la vida y que la locura extrema es ser feliz.
:]

El Conde dijo...

En efecto, yo del mismo modo pienso que la locura es lo único cierto en este mundo tan transgiversado. Te recomiendo leer un poco a Erasmo de Rotterdam y su concepción sobre la locura. Buen día!!.