7 abr 2009

La guerra (relato que no viví pero que me atreví a imaginar)


Pasaron algunos años, tal vez un poco más de 10, todo había cambiado, desde aquel árbol que imponía respeto hasta ese pequeño lago que surgía entre la niebla. Mi hogar estaba diferente, pocas veces solía encontrarme cosas tal cómo las deje en el momento de partir.

La guerra simplemente crea ilusiones, unas típicas como volver a casa, volver a la mujer que dejamos atrás, volver a sentir el cariño familiar, sin embargo, al mismo tiempo existe el temor de nunca más volver, de vernos frente a la muerte y no saber qué hacer. En mi caso, una bala perdida que atravesó mi cadera fue el mejor regalo que el enemigo me pudo dar, ya que me ha hecho regresar.

Tal vez mi regreso no es de un héroe...pero tampoco es de un cobarde, simplemente el destino conspiró para verme volver a mi hogar. Mientras me encontraba en el vuelo que me regresaría a mi madre patria, me pregunté respecto a los que vienen ya sin vida, muchos de ellos perdidos en una obra de horror, que no podían saber lo que estaban haciendo en el campo de batalla. Me aterra el miedo que sintieron al verse hundidos en una marea de desgracia y penas.

Ahora bien, mi cabaña en el bosque ha sido víctima del pasar del tiempo, la madera huele a viejo y la naturaleza parece muerta, no hay vida. Mis padres han hecho el último viaje, no pudieron esperar mi regreso. Al principio mencioné que fueron poco más de diez años, pero realmente fueron más de cincuenta, pues la guerra que libré fue la vida misma. Muchas veces aprecié el sabor de la victoria y muchas otras el desgarre de la derrota. Vi morir a gente que amé, gente que no había vivido más que yo...en las noches aun veo sus rostros. Nunca había escuchado algo tan macabro como el último aliento de vida de ellos dejándose morir en mis brazos.

El tiempo tampoco ha sido aliado mío, pues ha desquitado todo su poder en mi fatigado cuerpo, herido por la vergüenza, ultrajado por la codicia. Soy un soldado, mi guerra fue la vida, mi batalla quizá fue intentar vivirla, el resultado...nada más que una triste descepción.

Tal vez en un futuro...alguien complete mi historia, pero hoy por hoy, pido olvidar todo, desde mi nombre hasta lo que hice, espero hacerlo pronto, pues de no ser así, solamente conoceré el final que no testifiqué en el combate, pero que en solitaria desición, tendré que afrontar con prisa.

Hasta Pronto.

2 comentarios:

Emily Hern dijo...

Deberas tienes razon. La guerra es la vida misma. pero me aferro a la esperanza y a la conviccion de que con solo sobrevivir para vivirla ya hemos ganado <3

Anónimo dijo...

Apoyo a lo que dicen arriba jeje
QU3ZADA